Logística internacional y aduanas

El comienzo de una logística internacional y aduanas requiere ejecutar diversas acciones de manera simultánea. Ejemplo de ello son:

La preparación de los medios necesarios para la preparación de la mercancía,
realizar el traslado nacional o internacional,
coordinación con clientes, acciones bancarias y financieras,
pago de impuestos, entre otros.

La aduana es la oficina pública del Estado, que se encuentra situada en las fronteras, puertos o aeropuertos. Allí se registran los géneros y mercancías que se importan o exportan. Además se cobran los derechos que adeudan según el arancel correspondiente. En este sentido es lógico que la logística internacional y aduanas se relacionen entre sí.

Al ser un organismo estatal, posee funciones específicas y estipuladas por ley. Algunas de ellas son:

Control

Chequeo de las mercancías que ingresan o egresan del país. Pueden dividirse en tres:

Previo

Controla la mercancía que tiene como objetivo ser comercializada, la documentación, el medio de transporte y la operatoria.

Inmediato

Accionar ágil y rápido en un caso en particular. Por ejemplo, cuando se detecta una infracción o delito aduanero.

Permanente

Se supervisa el accionar diario de toda la gestión operativa. Aplicación de intimaciones, multas o suspensión de empresas que no se ajustan al régimen impositivo son algunas acciones de esta fase. Mediante la prevención de actos ilícitos, se mantendrá en pleno funcionamiento el tráfico internacional

En este sentido, resulta inviable hablar de logística internacional sin necesariamente relacionarla con aduanas. Para ello, es necesario preguntarse dónde coinciden la logística internacional y aduanas:

Etiquetado comercial: Obligatorio para el comercio exterior.
Empaquetado y embalaje del producto: Procurando que sea lo más compacto y seguro posible.
Transporte de larga y corta distancia: El primero trata de aviones, barcos y camiones de larga distancia, y el segundo sobre traslados particulares.
Distribución y almacenaje: Centros de llegada, categorización y posterior reparto al destino final.
Aduana: Inspección de la mercancía, desde el etiquetado, embalaje y todos los requisitos legales para controlar que el producto es de origen legítimo, permitiendo su entrada al país o no.

En este último paso es donde ambos procesos se ven cara a cara. En el caso que la logística internacional falle y cometa errores severos, la aduana no permitirá la entrada, lo cual generará grandes gastos a la empresa contratante.