Artículo publicado en el Suplemento de Comercio Exterior del diario La Nación
El sector de transporte y logística se encuentra en un momento particular. Con dificultades en el presente pero desafíos interesantes hacia el futuro para poder crecer y encaminar el negocio de manera profesional y sostenida.
Bastante se ha hablado, en los últimos tiempos, del costo logístico, algo que incide no solo en la merma de ganancias de las empresas del sector sino también en los productos que llegan al consumidor final con precios exagerados.
Haciendo un rápido análisis, encontramos un aumento en los peajes, en el combustible, en el costo impositivo, en el mantenimiento de las unidades, por citar solo unos rubros, que generalmente no se pueden trasladar a los clientes e inciden negativamente en las empresas de transporte.
La crisis del sector incluye también a la infraestructura, lo que incide no solo en una cuestión de mayores gastos sino, lógicamente, de mayores demoras y de inseguridad para quienes conducen los camiones. El estado de las rutas produce un rápido deterioro de las unidades, por mencionar solo uno de los efectos.
Capacitación, tecnología y comunicación
Frente a esta situación, existen varios desafíos o acciones que tanto las empresas como el Estado deberían desarrollar para que el futuro sea más alentador. El primer desafío es la capacitación: las empresas deben poner el foco en la preparación del personal, así como también el Estado podría colaborar con programas o financiamiento para dichas capacitaciones.
El Estado, también, podría abrir canales de crédito y brindar la posibilidad de que los prestadores de servicio puedan tener contratos serios en cuanto a la seguridad jurídica y auditorías firmes. Hay poca seguridad en la Argentina para el cobro de los servicios realizados.
Las otras dos patas esenciales para la profesionalización del sector son tecnología y comunicación. Actualmente estamos viviendo una revolución tecnológica, en muchos rubros. El mapeo, el seguimiento online de la mercadería, la disponibilidad de diferentes opciones en aplicaciones y páginas especializadas es algo que se debe desarrollar aun más.
Y la comunicación está relacionada con lo anterior. Desde el contacto entre la empresa, el chofer y el cliente, hasta la presencia de la empresa en los canales formales de comunicación, como redes sociales, prensa, etc. Todo ello debe ser un norte para las compañías del sector.
Con todo eso, ayudado seguramente por una mejora de la economía y un descenso de la inflación, que todos esperamos en un plazo medio, la situación del sector será diferente de acá a unos años. En pos de ese objetivo, debemos actuar hoy.
Artículo publicado originalmente en Octubre de 2017 en La Nación.