En el mundo de la logística, como seguramente en la mayoría de las actividades, se vienen generando cambios hace tiempo en muchos aspectos. Mantenernos en un proceso de constante adaptación, es lo que entiendo nos va a permitir permanecer y crecer en este entorno tan vertiginoso.
De todos estos cambios, considero importante que nos podamos detener en como impactan los mismos en aquel que entiendo es el factor más importante de cualquier organización, que es el vínculo entre las personas que intervienen en ella.
Tenemos la gran oportunidad como sociedad de dejar de fijarnos en lo superficial y acercarnos a las personas de otra manera, más humana, menos estructurada, aceptando que cada uno trae consigo innumerables experiencias que están en juego a la hora de la interacción con el otro. No importa si se trata de un compañero, jefe, subordinado, cliente o socio de negocio, validar al otro y buscar interesarse más allá del motivo laboral que los une, potencia la relación.
Darle la importancia que se merece al vínculo es primordial para el buen funcionamiento de un equipo y más aún en una industria como lo es la logística, donde tantas personas interactuamos permanentemente para lograr la concreción de los resultados esperados, sobre todo en este contexto, donde la mayoría de los profesionales se encuentran atravesados por una mayor incertidumbre, cambios en su rutina y, sobre todo, donde los ámbitos del trabajo, familia y ocio se encuentran entremezclados y comienza a existir un cambio de paradigma al que todos nos debemos habituar.
En este sentido, conocer y profundizar acerca de la motivación, las ganas, la necesidad, la capacidad de adaptación al cambio y las circunstancias del otro, nos puede permitir comprender más integralmente cómo se encuentra esa persona para desempeñar su trabajo de la mejor manera, más allá de los aspectos técnicos que las funciones de cada puesto nos soliciten.
Los esfuerzos comerciales por supuesto que valen, sin embargo, tengo la convicción de que la unión de las personas siempre marca la diferencia, por eso la importancia de aprender a gestionar nuestros vínculos.
Acompañar y que nos acompañen en nuestros desafíos cotidianos. Sentir que vale la pena darlo todo por lo que estamos haciendo, porque somos parte de un equipo, tenemos objetivos compartidos y porque cada uno es una pieza fundamental del engranaje de cada compañía.
Artículo publicado originalmente el 02/06/2020 en Énfasis Logística